Amanece muy temprano en el Lago Inle, desde primera hora de la mañana comienza el bullicio de motos, bicis y barcas en este pequeño pueblo ribereño. Hoy nos levantamos prontito para ir a visitar las zonas de mayor interés del lago…eso sí, primero un buen desayuno en el hotel para coger energía!
El Lago Inle está rodeado de espectaculares colinas y montañas, mide veintidós kilómetros de largo y once de ancho y la mayoría de su población vive en los palafitos costeros o en los islotes.
La vida de este pueblo se basa fundamentalmente en la agricultura, y muchos de sus productos se cultivan en jardines flotantes que gracias a largas estructuras de madera, los vegetales con su tierra, “flotan” en la superficie del río.
Por 25.000 Kyats (unos 19€), contratamos nuestro barquero para pasar todo el día visitando el lago. Probablemente se pueda conseguir algo más barato pero como llegamos tan cansados del trekking y queríamos hacer la excursión al día siguiente lo contratamos directamente con el hotel…no nos apetecía ponernos a buscar más.
La mayoría de las rutas por el Lago Inle están ya establecidas aunque siempre se puede negociar algún punto que interese.
La primera parada de la mañana la hacemos en el mercado local, que dependiendo del día de la semana, se celebra en localidades distintas. Es muy parecido al mercado de kalaw, y se pueden encontrar cientos de productos diferentes traídos en barcas desde todos los rincones del lago.
Jose comprando curry en el mercado…
Continuamos la vista por los canales del lago hasta las fábricas de tabaco, telas, el templo Phaung Daw U Paya (una bonita pagoda que alberga las cinco imágenes de buda de oro, aunque en la actualidad solo se pueden ver cinco pegotes de oro), el monasterio budista Nga Phe Kyaung y sus increíbles jardines flotantes.
Fábrica de tabaco
Templo Phaung Daw U Paya
Jardines flotantes
Hábitos de los monjes del monasterio budista
Las mujeres jirafa, pertenecen a la etnia Kayan. Aunque mucha gente crea que son originarias de Tailandia ésta etnia es procedente de Myanmar. Llegaron a la zona central de Myanmar hace alrededor de 2.000 años, procedentes del desierto de Gobi (Mongolia). Más tarde los birmanos las obligaron a desplazarse a las montañas de Myanmar oriental. Hoy, las últimas 12 aldeas que quedan de los kayan están situadas en el estado de Kayah y el lago Inle. Las mujeres jirafa llevan un anillo de latón en espiral en su cuello desde muy pequeñas, el cual deforma el cuello y el trapecio, llegando a pesar hasta 20 kilos.
Durante muchos años han sufrido el asedio por parte del gobierno birmano hasta tal punto que en la década de los 90 muchas familias emigraron a Tailandia, su país vecino, pidiendo asilo político. Tailandia se lo concedió y les dejó vivir en una pequeña zona cerca al Triángulo de Oro, principalmente en las zonas de Chiang Mai y Chiang Rai. A cambio, las mujeres jirafa tendrían que ejercer de atracción turística.
Algo parecido ocurre en una de las aldeas del Lago Inle, cuando pensamos que íbamos a visitar el poblado dónde viven libremente, nos encontramos con una estampa parecida a lo que ocurre en Tailandia; mujeres en una tienda de souvenirs tejiendo y sonriendo mientras un montón de turistas les hacen fotos. La verdad que nos quedamos un poco desencantados con la visita…
«Mujeres jirafa» en el Lago Inle
Durante todo el trayecto podemos observar a sus famosos pescadores, que tienen una forma muy peculiar de remar. Lo hacen con una pierna mientras que en equilibrio sobre la otra van recogiendo las redes de pesca.
Para terminar el día y poder observar el atardecer, alquilamos un par de bicicletas y nos acercamos a la bodega más famosa de la zona, Red Mountain. Sin duda, las vistas son impresionantes!
Durante los dos días que pasamos en el lago, hemos podido disfrutar de la riquísima gastronomía del país, que sin duda echaremos mucho de menos. Dos de sus mejores restaurantes del Lago son The Pancake kingdom, con sus crepes deliciosos y Beyond Taste, un restaurante que tiene platos típicos de la cocina shan. Haremos un post específico para hablaros de la gastronomía de Myanmar.
Han sido unos días maravillos en el Lago, el colofón perfecto para despedirnos de este fantástico país.
¡Hasta pronto Myanmar!
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