Nadie dijo que viajar con un bebé fuera fácil, pero os puedo garantizar que es una de las experiencias más fascinantes y enriquecedoras que hemos vivido hasta ahora. Al fin y al cabo se trata de eso, ¿no?, de coleccionar momentos que nos hagan felices y eso podemos hacerlo aquí o en cualquier lugar del mundo.
Seguramente habréis escuchado mil veces que ahora que sois padres no vais a poder viajar como antes o que cuando tienes hijos ya no es lo mismo. De verdad, solo puedo deciros que todo depende de la manera de ser de cada persona y es que, como dice el refrán, «quien quiere hacer algo encuentra la manera, quien no quiere hacer nada encuentra una excusa».
Evidentemente las circunstancias cambian mucho, pero eso no quiere decir que sea algo imposible, así que en esta guía os vamos a dar algunos consejos para que os quitéis el miedo y podáis viajar con los más peques de la casa!
Consejos para viajar con bebés:
1. Lo primero y más importante de todo es RESPETAR LOS RITMOS Y NECESIDADES DE LOS NIÑOS; es decir, respetar siempre sus HORAS DE SUEÑO, ALIMENTACIÓN Y DESCANSO. Cuando viajamos sin niños a todos nos encanta exprimir el viaje al máximo, madrugar y patear las ciudades cuanto más mejor para ir tachando de una lista interminable todos los lugares que queremos visitar cada día, pero esto con bebés y niños pequeños es imposible. Si tienen sueño, hambre o están cansados ni ellos ni vosotros disfrutaréis del viaje y lo único que conseguiréis será generar situaciones muy estresantes para todos. Se trata de disfrutar del viaje, con calma, así que olvidaros de horarios poco flexibles y entender que sus necesidades están por encima de nuestros deseos viajeros.
2. Los bebés suelen dormir bastante y buscan constantemente el contacto con sus padres por lo que resulta incluso más fácil viajar con ellos que hacerlo con niños algo más mayores que empiezan a explorar el mundo y a dar sus primeros pasos. En este caso, el porteo suele ser un gran aliado para que duerman sus siestas mientras vosotros visitáis la ciudad.
3. Elegid un destino que cumpla unos mínimos en cuanto a higiene y seguridad. Aunque lleven sus vacunas puestas, su sistema inmunológico es muy inmaduro aún y debemos evitar exponerles a condiciones poco higiénicas. Ya tendréis tiempo de ir a ver leones a Kenya o de recorrer la selva amazónica. Y, por supuesto, SIEMPRE VIAJAR CON SEGURO.
4. A la hora de organizar el viaje añadid dos o tres días más de lo previsto para ir relajados. Pensad en la cantidad de veces que vais a tener que parar para darle de comer o cambiarle el pañal por lo que hay que ser realistas y entender que ver muchas cosas en un solo día no va a ser posible.
5. Sed previsores y llevad siempre encima todas las cosas que el bebé pueda necesitar ya sea ropa extra de cambio, pañales, comida, juguetes o elementos de apego porque nunca sabréis cuando los vais a necesitar.
6. Y, sobre todo, MUCHA PACIENCIA cuando viajéis con bebés y niños pequeños. Es un tiempo para disfrutar en familia y compartir experiencias enriquecedoras para todos. Si el hecho de viajar con un bebé os genera inseguridad y estrés es mejor que no lo hagáis o que esperéis a que sea un poquito más mayor para hacerlo confiados y serenos. No olvidemos que todos estos sentimientos que nosotros experimentamos se los transmitimos a nuestros hijos aunque no queramos.
Pues bien, una vez que tengáis asumidas todas estas cosas y estéis convencidos con el viaje que vais a hacer, os vamos a compartir algunos datos más prácticos que os ayudarán a organizar vuestro viaje a Japón:
Japón, ¿es un buen destino para viajar con bebés?
Japón es, sin duda, un destino estupendo para viajar con bebés y niños pequeños y no sólo por ser uno de los países más seguros del mundo, sino también por ser uno de los más amigables con la infancia. Y es que el país nipón cuenta con una infraestructura y una oferta cultural envidiable para los más pequeños.
Cientos de parques, museos con zonas infantiles, salas de lactancia, baños adaptados para entrar con bebés y cambiadores limpísimos en aseos tanto de hombres como de mujeres son sólo algunas de las comodidades que encontraréis en vuestro viaje a Japón.
¿Cuál es la mejor época para viajar con niños a Japón?
Japón es un destino increíble para viajar con niños y da igual la estación del año en la que vayáis ya que cada una de ellas tiene algo especial que ofreceros. Si bien es cierto que los inviernos son fríos y los veranos muy calurosos, depende mucho también de vuestros intereses personales.
Nosotros decidimos hacer nuestro viaje en primavera porque la floración de los cerezos convierte todo el país en un auténtico festival de flores blancas y rosas. Es decir, cuando el Sakura lo invade todo. Además, en primavera las temperaturas son muy agradables para pasear y disfrutar de la naturaleza. Hanami es la tradición japonesa de observar la belleza de las flores, y durante la primavera, miles y miles de personas en Japón salen a disfrutar del Sakura en los jardines y parques de la ciudad.
Si viajáis con niños, la primavera y el otoño son dos de nuestras estaciones favoritas para disfrutar del país.
¿Qué documentación necesito para viajar con un bebé a Japón?
Si queréis viajar a Japón con vuestro bebé lo primero que debéis hacer es solicitar cita previa para obtener su pasaporte.
Para tramitarlo, hay que llevar el DNI del menor, una fotografía de carné reciente, el libro de familia, el DNI de los padres y un certificado de empadronamiento. Si el bebé no dispone de documento de identidad, hay que presentar además una certificación literal de nacimiento del Registro Civil.
Cuando vayáis al Registro Civil, decid que solicitáis esta certificación con la finalidad de obtener el DNI y el pasaporte a la vez y así podréis tramitar las dos cosas el mismo día.
Es importante que sepáis que los niños deben ir acompañados de su padre y su madre a la oficina de expedición, donde tendréis que firmar un documento otorgando su consentimiento.
¿Qué vacunas son necesarias para viajar a Japón?
Para viajar a Japón no es necesaria ninguna vacuna extra a las ya establecidas dentro del calendario de vacunación oficial del bebé. Nosotros viajamos un mes entero a Japón con Enzo cuando tenía 5 meses así que le vacunamos una semana antes de irnos (dejando un margen de tiempo prudencial por si la vacuna le daba reacción) y la siguiente se la pusimos a la vuelta sin problema.
Botiquín y medicinas del bebé.
Esta es una de las cosas que más nos debería preocupar como padres, sobre todo si viajamos a países donde encontrar medicinas resulta algo complicado. Nosotros lo primero que hicimos fue informar al pediatra del viaje que íbamos a hacer para que nos recetara algunas medicinas y así podernos llevar al viaje por si nos hicieran falta.
Tened en cuenta que hasta los 6 meses de vida hay determinadas medicinas que no se pueden suministrar, por eso debéis informaros bien antes de usar cualquier tipo de medicamento. En este listado os vamos a enumerar las medicinas que llevamos nosotros para Enzo y algunas otras cosas que os pueden ser de utilidad:
- Suero fisiológico en monodosis para lavados nasales y de heridas.
- Gasas estériles.
- Tiritas o esparadrapo.
- Termómetro.
- Apiretal o Paracetamol.
- Dalsy o Ibuprofeno (Sólo a partir de los 6 meses).
- Antibiótico: Amoxicilina 500mg (Siempre pautado por un médico).
- Cristalmina para curar heridas (Nunca aplicar Povidona Yodada o Betadine a un bebé).
- Bálsamo Respiratorio de Iwonatura (A partir de los 6 meses de edad).
- Árnica para los golpes y caídas (A partir de los 6 meses de edad).
- Factor Protección Solar 50 (Filtro Mineral para bebés a partir de 6 meses).
Además de todas estas medicinas os recomendamos que llevéis algunos empapadores y el sacaleches eléctrico si continuais con lactancia materna, bien para usar en caso de mastitis o para descongestionar un poco el pecho. Yo tuve que utilizarlo varios días ya que las tomas fuera de «casa» no son tan efectivas.
A la hora de preparar el botiquín con vuestras medicinas, es importante que tengáis en cuenta que algunos medicamentos de adultos no son compatibles con la lactancia. Os dejo a continuación el enlace a una web para que podáis consultar el grado de compatibilidad de todos los medicamentos con la lactancia y sus alternativas en caso de necesitarlos.
Mi recomendación es que no facturéis el botiquín para que siempre tengáis a mano todas las medicinas en caso de necesitarlas (ya sea dentro o fuera del avión).
Equipaje del bebé.
Si es la primera vez que vais a viajar con vuestro bebé os recomiendo que varios días antes del viaje vayáis apuntando en una lista todas las cosas que utilizáis habitualmente en su día a día cuando estáis en casa o cuando salís a la calle. Y cuando digo TODAS, es TODAS! Vuestro bebé va a utilizar lo mismo aquí que en Japón o en cualquier otra parte del mundo. Esto evitará que alteréis demasiado sus rutinas y podáis utilizar allí las mismas cosas a las que está acostumbrado aquí.
¿Cuánta ropa tengo que llevarle? Pues depende mucho de cuánto tiempo dure vuestro viaje ya que no es lo mismo marcharse diez días o un mes pero pensad que si os alojáis en apartamentos podéis lavar ropa y así evitáis llevar demasiadas cosas. Nosotros nos llevamos siempre un bote con su jabón para poder ir lavando su ropa según vamos ensuciando.
El tema de los pañales es algo que también genera muchas dudas. En Japón existen muchísimas «drugstore» o droguerías donde poder comprar pañales y mil productos para bebés. Nosotros preferimos llevar un paquete entero de pañales para no tener que perder tiempo en comprarlos allí pero si no queréis cargar con ellos no es necesario llevarlos. También depende mucho de la edad de vuestro hijo/a y de si tiene o no piel atópica o dermatitis. Lo que sí debéis llevar siempre con vosotros es la crema de pañal que utilicéis habitualmente en casa. Si os funciona bien es mejor no andar probando productos desconocidos y menos estando de viaje.
Otra cosa importante que no debéis olvidaros en casa es la cámara vigilabebés. Algunos de nuestros alojamientos en Japón tenían las habitaciones en la planta de arriba por lo que si acostáis al bebé temprano podéis cenar tranquilamente en la planta baja o preparar la ruta para el día siguiente con la tranquilidad de poder verle y escucharle desde la cámara.
Cuando reservéis vuestros alojamientos en Japón, para dormir podéis solicitar que os pongan una cuna dentro de la misma habitación, o si os alojáis en un ryokan, tenéis la posibilidad de solicitar un futón extra para el bebé y hacer colecho. Al ser colchonetas que están en el suelo no suponen ningún peligro para los niños, sobre todo cuando aún no son capaces de girarse por sí mismos. Ésta era nuestra habitación en la planta de arriba del ryokan de Kyoto. Dormimos con tres futones en el suelo y además para dar el pecho resulta comodísimo!
Como veis en la foto, nos llevamos también su saco de dormir ya que en pleno abril aún hacía bastante frío allí y es algo que usábamos también aquí. Nosotros intentamos seguir allí las mismas rutinas que usamos nosotros en casa y con sus mismas cosas a la hora de dormir. También llevamos su osito de dormir y una mochila llena con sus juguetes favoritos y algún juguete nuevo que reservamos para el avión, pero eso os lo contaré con más detalle en el siguiente post.
¿Carrito de bebé o mochila?
Ésta es, sin duda, otra de las grandes preguntas que nos hacemos a la hora de viajar con un bebé. Evidentemente depende mucho de la edad que tenga vuestro bebé ya que no es lo mismo viajar con un bebé de 3 meses que con uno de 15 meses, lo que sí me gustaría deciros antes de recomendaros una u otra cosa es que Japón es un destino perfecto para viajar con niños porque cuenta con una infraestructura de lo más «kid-friendly«.
Para nuestro viaje a Japón nosotros llevamos tanto el carrito como la mochila de porteo y fuimos combinando las dos cosas dependiendo de lo que fuésemos a ver cada día.
Si tenéis un carrito ligero podéis moveros sin problema por todo Japón, sin embargo, existen determinados lugares donde resulta más complicado el acceso, sobre todo en algunos templos que tienen muchísimas escaleras y a los que está prohibido entrar con el carro. Aquí es donde os recomendamos sin duda portear. Y, aunque el porteo no sea lo vuestro, os aconsejamos que llevéis siempre una mochila en el carro ya que os puede salvar en muchas ocasiones. Imaginad si tuvierais que cargan en brazos a vuestro bebé durante 2 horas mientras visitáis templos o esperáis a que salga el carrito por la cinta en el aeropuerto…sería agotador!
En muchos de los templos, existe una zona totalmente segura y vigilada donde poder dejar el carrito mientras hacéis la visita.
Siempre insisto en lo mismo y es que a la hora de viajar no existen fórmulas mágicas sino más bien respetar sus necesidades y conocer muy bien a vuestro bebé…
En nuestro caso, a Enzo le costaba muchísimo dormir en el carro, no conseguía relajarse y se ponía a llorar a pesar de estar muy cansado así que nosotros desde que era bien pequeñito hemos porteado muchísimo. Los primeros meses utilizamos el fular elástico y a partir de los cinco meses empezamos a usar la mochila así que al viaje llevamos las dos cosas y cuando estaba cansado le porteábamos para que durmiera tranquilo todo el tiempo que quisiera. Por este motivo os decía que da igual el lugar donde estéis siempre y cuando utilicéis las mismas cosas que os funcionan.
Para nosotros el porteo tiene muchísimos beneficios y a la hora de viajar se ha convertido en un gran aliado para explorar el mundo. Y recordad, nunca porteéis a vuestro bebé mirando hacia delante. Siempre debe ir en su posición natural y mirando hacia vosotros para asegurar el contacto visual constante.
Lactancia materna y alimentación infantil en Japón.
Muchas son las controversias que se dan a la hora de viajar y amamantar a nuestro bebé en público. Y es que, a pesar de que aquí entendamos la lactancia materna como algo natural y necesario para el bebé y la mamá, aun existen países donde dar el pecho en la calle no está del todo bien visto. Pese a ser uno de los países más amigables con la infancia, la lactancia en Japón sigue escondiéndose bajo muselinas o salas de lactancia. Las mujeres japonesas siguen siendo muy pudorosas y bajo mi experiencia, puedo aseguraros que nunca vi una mamá dando el pecho a su bebé por la calle.
Algunos estudios aseguran que la lactancia en países como Japón se alarga hasta los 5 años de edad pero y entonces, ¿cómo hacen las madres para amamantar a sus hijos?
Si viajáis a Japón con bebés o niños pequeños os recomiendo que os descarguéis la aplicación «Baby Map», una aplicación en japonés que cuenta con unas 20.000 salas de lactancia y 38.000 cambiadores repartidos por todo el país y que se va actualizando constantemente.
Se trata de una aplicación muy completa que localiza en el mapa salas de lactancia para dar el pecho, hacer un biberón o simplemente cambiar a tu bebé, incluso muchas de ellas cuentan con comentarios (en japonés) e incluso fotografías que suben las mamás para mostrar con todo detalle cómo se encuentran. Me pareció súper útil y os la recomiendo muchísimo si viajáis con vuestros bebés.
A pesar de que no compartamos esta mentalidad siempre digo lo mismo, y es que cuando viajamos debemos aceptar las normas socialmente establecidas en cada país y RESPETAR SU CULTURA. En algunos restaurantes que fuimos incluso me ofrecían subir a la planta de arriba para poder darle el pecho sin que nadie me viera…y aunque pueda parecer ofensivo debemos respetarlo y aceptarlo con una gran sonrisa.
En relación con la alimentación infantil, en Japón podéis encontrar mucha variedad de potitos en todas las «drugstore», pero si estáis iniciando la alimentación complementaria como era nuestro caso, preferimos llevarnos varios potitos de fruta comprados aquí para evitar tener problemas de alergias y, por supuesto, siempre dárselos a probar primero en casa antes de iros de viaje . Otra opción si no queréis ir cargados con los tarros es que compréis allí la fruta directamente en el supermercado y se la machaquéis vosotros con un tenedor o bien podéis ofrecérsela en trocitos. Allí podéis hacer compota de manzana o preparar un batido de plátano y naranja sin necesidad de llevaros la batidora en la maleta. Enzo casi siempre ha comido la fruta en trozos así que para nosotros no fue ningún problema.
Con la introducción de las verduras ocurre un poco lo mismo ya que siempre podéis cocer un trocito de patata y zanahoria y aplastarlo con un tenedor antes de dárselo o incluso aprovechar la ocasión para practicar BLW (Baby Led Weaning), un método gradual de introducción de la alimentación complementaria y siempre a partir de los 6 meses de edad.
Lo que sí llevamos en la maleta fueron sus cereales para prepararle alguna papilla. Igualmente, si no dais lactancia materna, os recomiendo que la leche de fórmula evitéis comprarla allí y os la llevéis en la maleta, sobre todo si el bebé es aún muy pequeño y está acostumbrado a una determinada leche.
Y si vuestros hijos ya comen de todo, en los supermercados encontraréis gran variedad de productos frescos tanto de fruta como verdura, pasta, arroz, yogures, etc.
En el próximo post os contaremos cómo fue nuestra experiencia volando con un bebé de 5 meses y os daremos una serie de consejos para viajar en avión de cara al antes, durante y después del vuelo.
Espero que os sirva de ayuda este post y si os gusta siempre podéis compartirlo en vuestras redes sociales!!!
Gracias!!!!
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