Asia Bikaner India Templo de las Ratas

Bikaner y el templo de las ratas.

Nos despedimos del desierto de Jaisalmer (ver post) y continuamos nuestro recorrido en coche hacia el norte, concretamente a la ciudad de Bikaner.

Bikaner no es una ciudad demasiado turística, de hecho, éramos los únicos huéspedes en el hotel junto a otra pareja de catalanes que también estaban de paso hacia Pushkar, pero es una ciudad muy bien situada para pasar una noche si estamos de camino entre una ciudad y otra, recorrer doscientos kilómetros por carretera en la India pueden convertirse perfectamente en unas seis horas de camino, y os prometo que es agotador! Por cierto, os enseño los baños públicos típicos de la India cuando paras en alguna gasolinera a mitad de camino…sin palabras verdad…jajaja

Bikaner - Entre nubes de algodon

Nos alojamos una noche en el hotel Harasar Haveli, un hotel bastante grande y muy limpio, aunque la comida del restaurante no es de las mejores que hemos probado.

Bikaner - Entre nubes de algodon

Bikaner - Entre nubes de algodon

Hotel Harasar Haveli


Nada más llegar dejamos nuestras maletas y nos fuimos a visitar el fuerte de Junagarh (300 rupias por persona), construido entre 1588 y 1593 por un general del ejército del emperador mogol Akbar. A diferencia de muchos fuertes rajastaníes, el de Junagarh no está en lo alto de una colina, pero no por ello es menos impresionante. El hecho de que nunca fuera conquistado es mérito de quienes lo idearon y de sus arquitectos.

Bikaner - Entre nubes de algodon

Está protegido por un muro de 986 metros de largo y lo rodea un foso actualmente seco. Se pueden observar en la entrada las huellas de las manos de las esposas de los soldados muertos en combate que consumaron el «sati» en las piras funerarias de sus esposos.

El «sati» fue una práctica funeraria que existió en algunas comunidades hindúes. Cuando el marido fallecía, se preparaba un funeral en su honor y se le colocaba en una pira a la cual se prendía fuego, en ese momento la viuda se lanzaba entre las llamas y se inmolaba de forma voluntaria para abandonar la vida con su marido. Aunque fuera por amor a mi me sigue pareciendo una autentica barbaridad!!!

Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon

En el Patio del Palacio (Anup Mahal) hay una piscina con una pasarela y en el centro un trono de mármol, desde donde el Marahaja sentado miraba las danzas de las bailarinas y otros espectáculos como el festival Holi.

Bikaner - Entre nubes de algodon

El Phool Mahal o Flower palace fue construido durante el reinado de Rai Singh, el fundador de la fortaleza. Las paredes están decoradas con diseños florales, de ahí su nombre, y fueron realizadas por artistas musulmanes llamados «usta». La verdad que la perfección en las paredes es impresionante, es imposible estar ahí y no imaginarte la vida dentro de esas habitaciones transcurriendo tranquila a la luz de los mosaicos y celosías diseñadas para reflejar la luz y multiplicar los colores.

Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon

La sala de las audiencias privadas, conocida como Diwan-i-khas, fue construida en 1631 y tiene el techo pintado de oro. Es una de las habitaciones más impresionantes de toda la fortaleza.

Bikaner - Entre nubes de algodon

Bikaner - Entre nubes de algodon

En el Badal Mahal (palacio de la Nube) las paredes están decoradas con rayos y nubes azules pintadas y hay una estatua de Vishnu y de Laksmi. Se creía que ayudaba a que cayeran precipitaciones, ya que Bikaner es una ciudad extremadamente seca y falta de lluvias.

Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon

Terminamos nuestra visita en una sala museo donde se pueden ver objetos de la Primera Guerra Mundial. El recorrido dura aproximadamente una hora y media y la visita, la verdad, es muy completa e interesante. No os he dicho al principio que con la entrada está incluida la visita guiada al fuerte y se hace cada 15 minutos. Hay guías en el museo que van explicando todas las salas a un enorme grupo de visitantes indios y después se acercaba a nosotros para explicárnoslo en inglés.

Después de la visita nos fuimos al hotel a descansar y a cenar, ya que a la mañana siguiente volveríamos a coger el coche para ir a Pushkar, aunque de camino pararíamos a visitar el famoso Karni Mata Temple, conocido como el Templo de las Ratas.

Cuenta la leyenda que Karni Mata pidió al dios de la muerte Yama que devolviera la vida a un hijo suyo que había muerto ahogado, pero Yama se negó. Entonces Karni Mata para vengarse de él decidió reencarnar en ratas a todos sus seguidores muertos, para así privar a Yama de esas almas humanas. Las ratas que viven en el templo se cree que son reencarnaciones, de allí su carácter sagrado.

Miles de peregrinos recorren largas distancias para venerar a las kabbas, como se llama en hindi a estas ratas sagradas, y con ellas se mezclan los cientos de turistas de medio mundo que acuden atraídos por este curioso templo de roedores. El templo alberga más de 20.000 ratas.

Nuestro conductor nos deja en la entrada del templo y nosotros caminamos hasta una especie de taquilla donde nos hacen descalzarnos, pero como ya sabíamos lo que nos esperaba llevábamos preparados dos pares de calcetines, que por supuesto, tiramos a la basura nada más salir del templo.

Nada más acceder al patio interior ya se percibe un olor fuerte y nauseabundo. La gente se acerca a las ratas como si nada, les da comida, las acaricia, reza delante de ellas… Las ratas, por su parte, son las reinas del lugar y campan a sus anchas por allí. En el interior del templo se ubica una imagen de Karni Mata en el santuario y es uno de los lugares más importantes del templo, donde los fieles dejan comida y ofrendas, se sientan a rezar mientras las ratas caminan por encima de ellos.

El mayor atractivo es ver a la rata blanca, que se supone que se deja ver en muy pocas ocasiones y que da suerte a los afortunados que la pueden contemplar, pero yo con la arcada en la boca aguanto quince segundos dentro del templo (lo que dura el video) y sintiéndolo mucho salgo de allí echando leches…puedo vivir perfectamente sin ver la famosa rata blanca!!!!

Aquí os dejo algunas fotos que hizo Jose a las ratas, a mi no me veréis en ninguna…jajajaja

Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon
Bikaner - Entre nubes de algodon
Si os dan mucho asco las ratas mejor no veáis el video…

Y si te ha gustado verlo, imagínate vivirlo! ¿Te gustaría viajar como nosotros? Entra ahora en  My Lovely Travel y organizaremos tu viaje a medida!

You Might Also Like

No Comments

    Leave a Reply