Nuestro recorrido por Rajastán comienza en Udaipur, también conocida como la ciudad de los Lagos, así que nos levantamos temprano y vamos directos al aeropuerto deseando huir de la caótica ciudad de Nueva Delhi. Cogemos un vuelo doméstico de la compañía SpiceJet y en menos de una hora aterrizamos en el aeropuerto de Udaipur. Nada más llegar, se respira cierta tranquilidad, pues Udaipur es una cuidad bastante pequeña comparada con otras ciudades de India. La ciudad está rodeada de montañas y lagos que la convierten en una de las ciudades más románticas de todo Rajastán.
Nos alojamos en el hotel Mahendra Prakash, un hotel bastante nuevo y bien ubicado cerca del casco antiguo. Se nota que en verano hay menos turistas…tenemos la piscina para nosotros solos!!! Después del calor que hemos pasado en Delhi nos merecemos disfrutar de un buen baño…
Hemos quedado a las 18:30 con Ahmed, le hemos pedido que nos dejara tiempo para disfrutar de la piscina y descansar un ratito en el hotel antes de ir a cenar y dar una vuelta por Lal Ghat, las orillas del lago.
El centro de Udaipur es bastante pequeño, casi todas las callejuelas confluyen en el famoso templo de Jagdish, consagrado a Krishna. Los escalones que dan acceso al templo están flanqueados por elefantes y siempre hay un gran bullicio, da igual la hora que sea. Las calles estrechas están siempre llenas de coches, motos, tuk-tuk, vacas, miles de tiendas de artesanía…hay que tener mil ojos para no llevarse ningún susto!!!
Todas estas calles están llenas de hoteles y restaurantes que compiten por tener una de las mejores vistas de la ciudad desde sus azoteas, así que decidimos subir a cenar a una de ellas para poder disfrutar de las vistas del lago al atardecer. Fuimos al restaurante Charcoal by Pratap Bhawan, basándonos en las opiniones de Tripadvisor y tengo que decir que superó mis expectativas! La comida se sirve en una terraza con unas magníficas vistas al lago Pichola, a la luz de las velas y con una suave brisa muy agradable.
El dueño es sueco y sirve el mejor Tandoori que he probado en toda la India!!! Pedimos pakoras, cheese nan, Tandoori Chichen y una brochetas que estaban para chuparse los dedos…y lo mejor el postre, Mug Cake de nutella con caramelo casero por encima que había preparado el dueño! La pena que no tengo fotos de la cena porque con las velas se veía muy poquito… Nos gustó tanto el sitio que estuvimos allí sentados disfrutando de las vistas hasta que nos dimos cuenta que era tarde y teníamos que volver andando al hotel.
Lo malo es que todas las calles son tan parecidas que nos pusimos a caminar pensando que íbamos en la dirección correcta y no fue así…nos equivocamos y tomamos una de las calles pensando que era por ahí el camino de vuelta hasta que nos dimos cuenta que por esa calle no había hoteles ni casi iluminación…¡No cunda el pánico! Lo mejor en estos casos es volver al punto de inicio así que media vuelta hasta que encontramos nuestra calle!
Un consejo…nunca pidáis ayuda en la calle, si te ven desorientado intentarán aprovecharse de la situación y engañarte! Menos mal que encontramos el camino de vuelta y al final fue solo una anécdota más del viaje!
Nuestro segundo día en Udaipur lo dedicaríamos a visitar los monumentos más importantes de la ciudad y por la tarde nos esperaba un curso de cocina india!!! A primera hora de la mañana, Ahmed nos lleva a visitar Saheliyon ki Bari, el jardín de las damas de honor, construido en 1710, estuvo destinado en un principio al disfrute de las 48 damas de honor de una princesa. Tiene gran cantidad de fuentes, elefantes de mármol y un precioso estanque con flores de loto. Después de la visita, Ahmed nos invita a tomar un riquísimo té Masala mientras hacemos tiempo para ir hasta el lago donde tomaremos un bote por el bonito lago Pichola. Desde el bote se puede ver el famoso Palacio del Lago, de color blanco, actualmente reconvertido en un hotel de lujo que no se puede visitar.
Tras el paseo en bote volvemos hacia el centro histórico de Udaipur para visitar el Palacio de la Ciudad, junto al lago, coronado por balcones, torres y cúpulas, es el más grande de todo Rajastán.
Después de visitarlo, recorrimos de día todas sus callejuelas, los puestos de artesanía llenos de marionetas, con baile incluido!!! Sin duda Udaipur es un lugar tranquilo, donde poder perderte y disfrutar de sus mágicos rincones.
Después de comer nos vamos a descansar al hotel, por la tarde tenemos un curso de cocina y queremos llevar bien despiertos todos nuestros sentidos!!!!!
Udaipur suele ser un buen sitio para aprender a cocinar comida india y rajastaní, por eso reservamos nuestro curso desde Madrid. Decidimos hacerlo en el Hotel Krishna Niwas, que imparte cursos de cocina india de dos horas de duración con Sushma, una mujer encantadora que le apasiona la cocina. El precio del curso son 1500 rupias por persona y después de cocinar durante dos horas, al final pudimos degustar todos los platos que habíamos preparado!!! Comenzamos con un riquísimo té Masala, y después cocinamos tres platos muy típicos: Butter Paneer Masala (cocinado con queso fresco), Dal (lentejas) y Zeera Allo (patatas con comino). Y por supuesto cocinamos Chapati!!!! La verdad es que estuvo todo riquísimo aunque el picante hizo algun que otro estrago en nuestros estómagos…pero estaba todo tan rico!!!! Aprendimos mucho y nos divertimos un montón!!!! Ahora nos tocara practicar en casa…jajaja
Udaipur nos ha cautivado, tiene algo especial que la hace diferente de otras ciudades de la India. Con pena nos despedimos para poner rumbo a nuestro próximo destino: Jodhpur, la ciudad azul!
¡Hasta pronto!
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