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Lovaina en Navidad

Si tenéis pensado visitar Bélgica en Navidad os recomiendo que os acerquéis en tren hasta Lovaina (en neerlandés Leuven), una pequeña ciudad situada a menos de 30 Kilómetros de la ciudad de Bruselas. Podríamos haber visitado otras zonas de Bruselas esa misma tarde, pero no queríamos perdernos el maravilloso Ayuntamiento de Lovaina iluminado con las luces navideñas. Si vais, preparad la cámara porque no podréis parar de hacerle fotos!!!

La mejor forma de llegar hasta Lovaina es en tren, ya que el trayecto dura más o menos unos 20 minutos. Nosotros fuimos desde la Estación Central de Bruselas hasta Leuven y el billete nos costó 10,60€ por persona ida y vuelta.

Lo mejor, sin duda, es disponer de más días y dedicarle un día completo a la ciudad de Lovaina, pero si no tenéis más días como nosotros, podéis acercaros en una tarde sin problema.


¿Qué ver en Lovaina en Navidad?

Ayuntamiento

El edificio por excelencia que más destaca de Lovaina y que marca su arquitectura es el espectacular Ayuntamiento (o Stadhuis en flamenco) que se puede ver desde la plaza principal o Grote Markt, donde también se alza la iglesia de San Pedro justo enfrente. El ayuntamiento es una joya del estilo gótico brabantino con una rica decoración en sus fachadas que nos traslada a la Época Medieval.

Coronado por seis torres, su exterior está adornado con 236 estatuas de personajes relevantes en la historia de la ciudad y figuras bíblicas. En la planta más baja, se encuentran dos filas de estatuas de artistas y académicos, en la primera planta encontramos los santos y patrones, en la segunda personajes de la nobleza, y por último en las torres, escenas de la Biblia relacionadas con el pecado y el castigo, en señal de advertencia para ciudadanos y encargados de repartir justicia en la ciudad.

Vale la pena detenerse varios minutos a admirar su impresionante arquitectura ornamentada, además podréis disfrutar de un maravilloso espectáculo de luces si vais en Navidad.

El mercado de Navidad de Lovaina consiste en la reproducción de un pueblo de Navidad basado en los modelos de las casas de Escandinavia, con pequeños chalets de madera donde se encuentran los objetos originales de los artesanos para hacer un regalo o para degustar los riquísimos chocolates belgas.

Casi todas las casitas de madera se pueden visitar aunque nosotros no entramos porque había que esperar bastante para entrar y hacía muchísimo frío.

Aunque sólo sea por admirar la belleza de este edificio gótico iluminado merece la pena venir hasta aquí. Claro que después de la visita volvimos a Bruselas en busca de un buen chocolate caliente!!!

Después de nuestro paso por Bruselas, con escapada a Lovaina incluida, nos toca coger la maleta de nuevo para irnos a Gante, donde pasaremos los dos próximos días de nuestro recorrido por Bélgica.

Espero que os sirva de ayuda este post y si os gusta siempre podéis compartirlo en vuestras redes sociales!!!

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